4 nov 2009

El camarero con la mirada triste...




Ruben es camarero. ¡Pero no cualquíer camarero! Él, es uno de estos camareros buenos, que lo llevan en la sangre. Corre como un gallo con subidón hormonal. Y no se equivoca: un descafeinado de sobre con mucha leche, que sea tíbia, con sacharina y nata encima... ¡te lo trae igualito!

Además, Ruben habla inglés. No el inglés murmurreante de Aznar, no, inglés de inglés, como si hubiera nacido en Oxford. "Good morning folks, the weather's fine, isn't it." ¡Así habla!


Bueno, nada más ver la cara de Ruben, este domingo en el rastro, uno se pregunta: "¿Pero, qué pasa con Ruben, dónde está su sonrisa de siempre?" ¡La crisis, la jodida crisis! La gente ya no consumen en los bares y el personal va a la calle. Ahora los turistas se llevan el thermo en el bolso. Y un flascó (pués sí, mi primera palabra catalá/valenciá) con algo de brandy barato del Lidl.


Hago un llamamiento a los proprietarios de bares y restaurantes: Cojed a Ruben en su negocio y verá como la caja se lo hace sentir... por bien, se entiende. Pondremos otra vez una sonrisa en esta cara, ¿vale?

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